La intrahistoria de la ruptura entre Sergio Ramos y Florentino Pérez
Y cuando Sergio Ramos despertó, el Real Madrid ya no estaba allí. La primera mitad del año 2021 ha sido difícil y absolutamente inesperada para el ya excapitán madridista. El andaluz pensó que, como en el microrrelato de Augusto Monterroso, se encontraría con El dinosaurio, el Madrid, una vez superado su tiempo de reflexión, por muy largo que este fuera. Lo que no esperaba Ramos era esa «fecha de caducidad» en la oferta de renovación ni un punto y final consumado después de meses de indirectas, errores, filtraciones y mala suerte. Esta es la historia de una ruptura.
Después de la polémica alrededor de su última renovación, Ramos y el Real Madrid llegaban a la negociación actual con los perfiles muy estudiados. Por un lado, la oferta de China que el andaluz había puesto sobre la mesa en 2019 para presionar a la directiva no había gustado en el club, pese a que el central terminó firmando y asegurando que «jugaría gratis aquí». En el otro bando, la situación de la defensa del conjunto blanco a principios de temporada situaba al andaluz en una posición de fuerza. Varane estaba lejos de su mejor momento y Militao no respondía a las expectativas, por lo que el futuro del centro de la defensa seguía dependiendo de Ramos. El de Camas apostó fuerte, pero el tiempo ha dado y ha quitado razones.